lunes, 14 de noviembre de 2011

Ubuntu 11.10 - una visión de mi molestia

Luego de varias semanas de despotricar e intentar, aquí va mi resumen y desahogo de lo que considero fue la transición de Ubuntu 10.10 a 11.10.
Sé que en el post estoy considerando todo un año de diferencia, pero creo que también la distro de entremedio logró solucionar algunas cosas para mí... el mayor problema fue cuando llegó 11.10

Sabía desde hace tiempo que Unity sería la nueva interfaz de escritorio. La probé apenas salió, pero me pareció lenta para trabajar, poco personalizable y muy cuadrada. Las barras no se podían mover, y bueno, la verdad es que nada de todo lo que estoy diciendo cambió desde 11.04 hacia 11.10.

Por lo menos, 11.04 ofrecía por defecto la libertad de quedarse en gnome, que por cierto tenía bastante personalizado... y no es que nadie me debiera haber avisado, pero en el momento de cambiar a 11.10 me llevé la sorpresa de varias cosas:

partimos porque ya no se ofrecía esta libertad. Es decir, todo lo que tenía configurado y personalizado se perdió.

Además, la actualización no fue suave: durante el proceso tiró muchos errores, y ninguno de espacio, sino q' faltaban archivos.

Por si fuera poco, como quedó todo igual andaba, pero... wow qué lento! creo que es la primera vez que se me cuelga Linux más de 5 veces en un día, y destacar que esta vez ninguna fue mi culpa como lo había sido antes.

y por último, cada vez que abría el menú de inicio, el touchpad dejaba de funcionar, obligándome a reiniciar el computador... de modo que, mi balance es muy negativo: a Unity le falta bastante, y siempre se me queda pegado si abro más de un programa a la vez, de modo que por ahora la solución es volver a un LTS o versión con Gnome, conformarme con no actualizarlo o cambiar de distro... o, lo que he hecho hasta ahora, quedarme con Windows =/
y perdí toda la personalización, que sinceramente me tomó semanas.

Saludos, linuxeros!!

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